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Tema: Ahora y Siempre [1934 Melodrama Carole Lombard] Miér 26 Jul - 15:01
TITULO ORIGINAL: Now and Forever PAIS Y AÑO: USA, 1934 DURACIÓN: 81 mins IDIOMA: Castellano Dual DIRECTOR: Henry Hathaway PRODUCTORA: Paramount Pictures YOUTUBER: Jessy KA POSTEADO: Jaina Solo APORTE DE:Exploradores REPARTO: Gary Cooper, Carole Lombard, Shirley Temple, Guy Standing, Charlotte Granville, Gilbert Emery, Henry Kolker, Akim Tamiroff
Jerry es un ladrón de guante blanco que se dedica al robo de joyas. Aunque está felizmente casado, su mujer quiere que abandone ese tipo de vida, pues desea tener hijos. Un día, reciben la visita de Penny, la hija de Jerry, que ha se ha criado con la familia de su difunta madre. El encanto y la simpatía de la pequeña hará que Jerry se replantee su vida y piense seriamente en formar una familia. (FILMAFFINITY)
“Ahora y siempre” , aunque de factura norteamericana, podría formar parte de aquella subcategoría que el cine italiano de la época fascista denominó “de teléfono blanco” y que pretendía definir un estilo de comedia edulcorada que se desarrollaba en escenarios sofisticados. "Ahora y siempre" es una película de entreguerras – estamos en 1934 – y en esos años se trataba de aliviar lo pasado, despejar la angustia del presente y alejar los nubarrones cada día más oscuros del futuro. Es, pues, pura convencionalidad: elegancia, distinción, belleza y felicidad a raudales. Por si esto fuera poco, cuenta con dos protagonistas de excepción: Gary Cooper y Carole Lombard. Él en el papel de un ladrón de guante blanco, que no se quita el esmoquin ni para ducharse, y ella, lo mismo con el satén. Viajes, fiestas, banquetes... y cubierta arriba, cubierta abajo, de proa a popa, a través del Atlántico cuando de desplazarse a Europa se trata. Pero, claro, esto tiene un coste, y por lo que se ve un coste muy alto, que el guionista da por sentado que se sufragará a base de “escroqueries”, timo va, estafa viene, aunque el espectador pueda dudar razonablemente de que con ello se justifique en un libro de cuentas los gastos que sí vemos y contabilizamos. ¿Qué le vamos a hacer?, no siempre los dictados del realismo determinan los hechos en el mundo del arte y la creación.
A esta pareja Cooper-Lombard se le suma un personaje de excepción, Shirley Temple, una Shirley Temple de seis años deliciosa. Actúa, canta y baila de forma magistral y con tal encanto que se apodera de la pantalla y del corazón del espectador sin que a éste le importe un bledo este robo cinematográfico.
Vista su actuación, uno llega a la conclusión de que estas estrellas infantiles debieran tener un plazo de caducidad parecido al de los grandes deportistas, es decir, que llegado un momento, salvo excepciones muy contadas, debieran retirarse de la escena para dedicarse a otros menesteres. ¿Quién no se enternece viendo la actuación de Pablito Calvo en “Marcelino pan y vino” o “Mi tío Jacinto”, o de Jaime Blanch, en “Jeromín”, y quién no recuerda con añoranza esa ternura despertada y la echa en falta viendo actuaciones de esos actores treinta o cuarenta años después convertidos en simples actores de relleno, en el mejor de los casos. Por regla general, salvo contadas excepciones, los intérpretes que empezaron muy jóvenes a actuar y alcanzaron una madurez estelar no solían recibir el calificativo de niños prodigios; no creo que lo fueran una Elizabeth Taylor ni una Ana Belén, por poner dos ejemplos.
Pues eso, que la película, pese a todos los pesares, vale la pena seguirla, aunque sólo sea por ella, por la niñita Shirley Temple (esto no quita que uno suponga con un cierto fundamento que fuera del campo escénico debería de ser un personajillo insoportable).